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amigos, Cuba, graduados, IPVCE, preuniversitario, Vladimir Ilich Lenin, vocacional
Mi hermana aún sufre sus crisis de nostalgia cuando recuerda que ya no puede quedarse con sus amigas hasta altas horas de la noche a comer leche condensada quemada, escuchar las confesiones de la última muchacha del cubículo que perdió su virginidad o inventar cualquier enfermedad para ir al hospital cada noche. Hace apenas un año le dijo adiós a sus pasillos, aulas, piscinas, trampolines y piscinas sin agua, y no se acostumbra a la vida universitaria, sin profes de guardia que la obliguen a ver el noticiero. La entiendo porque yo también extraño a La Lenin. Son más de cinco años los que llevo de graduada, pero quien me conoce sabe que tengo dos anillos en mis manos: el de matrimonio y el de graduada de esta escuela.
La Lenin fue mi razón de vida durante tres años y más. Vivir los amores entre el campo de futbol y el Bosque de la Amistad, repetir a todo el que veía un aplauso que me hacía sentir parte de más treinta graduaciones, saberme leninista cuando en cualquier calle encontraba una guitarra o a alguien intentando sacar música hasta de un cajón… Viví mi Lenin entre discusiones Harry Potter vs. El señor de los anillos, arpegios y ensayos para dominar todas las canciones de Silvio, Buena Fe, Maná, Carlos Varela, y también entre cosenos, números, fórmulas…
Hoy tengo nostalgia de una guitarra que me acompañe en un autoestudio, hasta de la Física, la Química y la Matemática, quienes rompieron relaciones conmigo desde hace más de cinco años.
Durante mis años en La Lenin estuvo detenida la producción de monogramas, por eso había que usar la saya del uniforme bien a la cadera, larga y con la blusa bien apretada, como solo nosotras las muchachas de la Lenin sabíamos hacerlo. Ese era nuestro sello, decíamos, nuestra distinción del resto. La Lenin me enseñó a bañarme con agua fría, a correr porque mamá no me guardaría la comida, a saltar un alero para evitar un reporte. Y me mostró la mejor enseñanza de todas: que a mi alrededor existían miles de personas capaces, talentosas y que por eso cada día había que esforzarse más.
De vez en cuando me acuerdo más que nunca de La Lenin. Cuando eso me ocurre, me pongo unas medias blancas bien altas para dormir, miro el anillo que llevo hace más de cinco años en mi mano izquierda, y pienso en los buenos recuerdos. La Lenin es el símbolo de una edad que casi se me ha ido de un tirón, y de un contexto que me permitió vivirla a plenitud.
Cuba entre Nos 
Ah, aquellos tiempos que no volverán. Todavía recuerdo el reporte por «moño provocador» a una muchacha de mi aula y a Sonita, la secretaria estuvo a punto de reportarla por «remeneo excesivo».
Te olvidaste de incluir las fotos en el Gallo de Mariano; las citas en la recreación; las escapadas al Parque Lenin y a ExpoCuba y al Vaquerito… Se nos van olvidando algunas cosas, ¿te percatas? 🙂
Gracias por el recuerdo, Mery.
Si Rosy, presentí ayer que la prisa me haría olvidar algunos recuerdos de tres años que se nos fueron como agua… Cómo olvidar el gallo Mariano, el trampolín por el que todos los enamorados pasamos, Roberto Paz, el anfiteatro Natural que alguno de nosotros buscó su llave alguna vez, a tí no te corrieron esa máquina???jajja Cómo olvidar los panes con croqueta el día de los cumpleaños, las conjuntas, cuartelerías… No creo que se nos olvide La Lenin Rosy, los recuerdos están ahí, solo que salen en el momento preciso…. un beso y sabes que siempre eres bienvenida a Cuba entre Nos!!! muaaaaa
Me tendrás por aquí, lo prometo. Con el compromiso de que tú iras a conversar en primera persona por mi espacio.
Dalo por sentado Rosy!! estaré por tu blog y dejaré mis huellas. Seré yo, me, mi, pero contigo, jajajaa, un beso
muy bonito tu post Mery, me trajo un montón de recuerdos y de pronto realicé q hace 9 añitos q salí de ahi y aun me creo q es mi escuela… a los de la lenin siempre nos queda ese sentido de pertenencia tan arraigado que hace q a veces los demás nos critiquen porque «nos creemos q es la mejor escuela» jejejeje sigue regalándonos más posts como este, saludos
Qué alegría me da tenerte por acá Jane, twittera destacada, ojalá logre gustarte, interesarte y atraparte en lo adelante, un beso y gracias!!!
Aunque a algunos leninistas (o sease, los provenientes de esa escuela, no los otros) no les parezca, yo reconozco todas esas experiencias de mi propio pre Gilberto Arocha, de Guines. Sin embargo, también reconozco que la Lenin tiene un sello de identidad único, que lo diferencia de otras escuelas y es ese sentido de pertenencia que hace que se reúnan incluso amigos que viven en países, incluso continentes distintos para rememorar. Se crean lazos indiscutiblemente fuertes. No obstante, todos aquellos que tuvimos la agridulce experiencia de estudiar becados en el campo pasamos por esos amores, dolores, sabores, y si esas vivencias calaron hondo, también añoramos esos (ahora lo se) cortos tres años.
Gracias Miche bloguero!!!! me alegra saber que reconoces estas historias en tu Gilberto Arocha de Guines, nunca he visitado un pre, sabes??
Somos de la Lenin, somos una familia, a mi me encanta descubrir brillo en los ojos de alguien cuando se identifica como leninista … El aplauso, aun hoy lo recuerda y de los que han comentado aki yo soy el que mas lejo lo tiene, ha soplado desde de mi graduación, cuando llegaban a 27, ya es tiempo pero la Lenin la llevo en la sangre, desde que soy un bebe (realmente) quería entrar en esa escuela, mis padres se conocieron en ella y recorrieron los mismos pasillos que yo, que uds.
Amores, desamores, mas desamores que amores pero todos gratos recuerdos y guitarra en los pasillos, quien no intento emular a Silvio?, el ascenso al punto mas alto de la escuela (el tanque de agua) las guardias en la ambulancia…
El H3, mi albergue, mi cama durante 30 meses, con todos sus días y que recuerdos los días de eventos, la mala comida y las interminables tribunas abiertas en el 12…
Gracias Mery, tu que ayer partiste de la lenin, y tu hermana que aun no ha partido, lindo recuerdos!!!
Gracias Ariel… me encanta compartir estos recuerdos y sobre todo que los construyamos entre todos… para que veas, yo no me acuerdo cuál era mi albergue, jajaja!!!! Ahhh, y mi comida no fue tan mala… extraño los pescaditos de La Lenin. Por cierto, recuerdas el logo de tu graduación????
Sinceramente, no recuerdo ni los pescaditos ni si mi graduacion tenia logo, de hecho mi graduación ni anillo tiene, bueno los anillos eran mas bien de los grupos y el mio, un tanto apático, por gusto!
Sí, ya veo…, pues cualquier día podemos debatir sobre logos y graduaciones de la Lenin, el de la mía compite
OK pues debatamos!!!
ok, bienvenido!! quién pone la primera piedra??
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Excelente crónica sobre una de las mejores escuelas de Cuba, traigo el post a HavanaHome para que sientan lo que una cubana puede sentir por su escuela.
Es bonito recordar…. yo todos los días veo la Humboldt 7 en mi largo camino al trabajo y cada vez que lo hago el sol esta saliendo por ahí mismo y se traslucen las ventanas jejjje casi un halo místico, y siempre pienso lo mismo… que fue en ese lugar donde me convertí en la persona que soy hoy. Y no vale la pena hablar de cuál es mejor porque para mí H7 será siempre el mejor lugar en su contexto…. ahí tuve unos profesores excelentes que te retaban a llegar cada vez más lejos, allí leerse la Guerra y la Paz, todos los libros de Honoré de Balzac daba puntos * por encima del 100, allí me enamoré total y completamente, leí a toda latinoamérica y me encapriché con Allan Poe y de ahí obtuve mis dos mejores amigas hasta el día de hoy… es verdad que no tuvimos graduaciones de miles… pero todo el que estuvo allí lo merecía y la competencia era fuerte… pero creo que todo el mundo puede decir lo mismo de su IPVCE y también decir que era un lugar para uniformar personas y conductas y estandarizar un deber ser y pasar hambre pero esto último casi nadie lo recuerda 🙂
y no te acuerdas de los apuros para salir a tiempo del albergue cuando nos quedabamos durmiendo hasta muy tarde?? y los conciertos que siempre disfrutabamos juntas y las marchas?? las clasicas colas del comedor, cuando pasamos tremendo trabajo en Ciudad Libertad para dormir, bañarnos y hasta tomar agua? Cuando nos quedabamos estudiando porque estabamos perdidas para las pruebas finales y al final terminabamos conversando en la parte de atras del baño o nos inventabamos las idas al hospital simplemente para quedarse fuera del parte fisico. Y que hablar de las colas en las guaguas del pase. Realmente son tantos los recuerdos de esos 3 años que no sabria para cuando terminar..son tantas las personas, los momentos y los lugares de la escuela lenin que quedaron en mi memoria.
Yo tambien llevo el anillo de la lenin (aun solitario) con el orgullo de saberme parte de algo tan maravilloso y que aun despues de tanto tiempo conserva la magia de unir a las personas. Muchas gracias Mery por avivar esos recuerdos tan bonitos.
Hola!! Me gustó mucho lo que escribiste… Me llenó de nostalgia, sabes? Y me tocó muy hondo cuando recordaste lo de las horas de guitarra, y las discusiones de Anillo contra HP de las que muchas veces fui activa participante… Me acuerdo de Damián y de la dedicación con la que me enseñó a tocar canciones completas en 6 meses, record!! Y las veces en que nos reuníamos a cantar a Buena Fe y a Silvio…
Creo que me voy a echar a llorar… Ha pasado mucho tiempo, demasiado para mi gusto. Pero nunca olvido de dónde vengo. La Lenin todavía está dentro de mí.
Mis saludos, besos, y felicidades!!
Anabel, me alegra mucho que te hayas identificado con mi pequeña crónica, eso me hace enormemente feliz, porque era mi propósito, recordar una parte de esos tres años que se nos han ido como agua, y en los que tan felices fuimos… Yo también extraño mucho ese dúo Damian-Anabel, las tardes de guitarra, las muchas veces que soñaba con las canciones que tan bien tú cantabas. Eso me faltó en la universidad,sabes? ese hueco todavía lo tengo. Gracias por visitar mi blog Ana, acá siempre tendrás un espacio para conversar de cualquier tema, un beso.
Yo también soy leninista, pero no retirado. Hace 8 años no duermo en uno de sus ricos colchones, pero aun asi mis pisadas si han resonado varias veces por sus pasillos, para no decor las fiestas y los 10 de octubre en Mar Azul. Realmente me da cierta nostalgia porque la pasé como dicen muchos pullovers ahora – de puta madre – pero el resto ha sido superior. De todas maneras son tantos recuerdos demasiado buenos que cuando llegan a mi cabeza lo que traen son carcajadas y sonrisas de domigos por la tade. Decidí entrar en tu blog porque entre nos, si fuera a elegir un rostro para un slogan de Cuba, escogería la tuya. Amor con total irrespeto a uno de tus anillos, eres hermosa. Ah! supe de ti por Karina. Yo soy químico, poeta y loco. Chao.
Saludos Camilo- químico poeta y loco!! Gracias por el comentario y el halago,jajjaa, así que un slogan!! yo también después de la Lenin he vivido momentos que me han marcado muchísimo, y aunque recuerdo con amor esos años, creo que tendré que dedicar muchos post a mi universidad y a la vida que llevo ahora. Las gracias para Karina por hablarte de mi blog… espero tenerte de nuevo por acá, la chica slogan
De veras te gustó, eh. Nada que mi conexion con la Lenin es aún gigantesca, tanto por mis amigos como por mi hermano que esta ahora en 11. Estoy casi seguro ue te he visto en algun lugar, peo no me apura saber de donde. Lo de quimico poeta y loco se me ocurrio en el momento, pero mas menos me va. Chao, chica slogan
Hola
estoy llevando adelante un Proyecto con Egresados de la lenin, puedes escribirme?
Hola soy nueva en esto , entre a la lenin este año , soy la graduacion 43 y estuve leyendo sus artìculos y se me aguaron los ojos , todavia no llevo ni 2 meses en ella y ya me siento suya , todavia no he vivido tanto , pero si me he enfrentado con el agua fria y otras cositas , aun asi me sinto super en esta , tambien era mi sueño entrar en la lenin . Soy Maura .
Es real que se siente mucha nostalgia también te lo dice otro graduado de la LENIN, yo estuve en la primera promoción que curso la Lenin desde 7mo hasta 12mo,grado, y uno recuerda infinitas de cosas, okkkkkkk «VIVA LA LENIN «.